Bienvenid@

Este blog está hecho para consultar y ampliar lo hecho en clase,
para lo que necesitéis escribidme a maytecarrilloyoga(arroba)gmail.com

miércoles, 27 de septiembre de 2017

10 cosas que nunca debes hacer en una clase de Yoga

El otro día hablaba con mi amiga Andreea Gherman (Living Yoga Valencia) de que muchas veces profesores y alumnos de yoga sufrimos la falta de etiqueta de algunos practicantes. A veces, sobre todo al principio, todos cometemos este tipo de errores, y en ocasiones es solo por desconocimiento de lo que son las normas no escritas de la práctica de Yoga. Por eso decidimos escribir un artículo con algunas de las cosas que nunca se deben hacer en una clase de Yoga.
Es cierto que, por suerte, el Yoga se está popularizando enormemente en Occidente y cada vez son más los gimnasios que tanto en EEUU como en Europa, ofrecen clases de Yoga. Sin embargo, no por esto debemos olvidar que una clase de Yoga no es una clase de pilates o cualquier otro tipo de fitness. El Yoga es mucho más que solo ejercicio físico. Se trata de una práctica de autoconocimiento, a través de las asanas o posturas. El movimiento físico es pues, solo un medio para abordar un viaje interior. Tiene, por lo tanto, un fuerte componente espiritual que debe ser respetado.
Así que si estás empezando a practicar, tal vez te interesen estas 10 cosas que nunca debes hacer en una clase de Yoga:

1. Llegar tarde.

Respetar el horario de comienzo de una clase de yoga es MUY IMPORTANTE. Infórmate bien de a qué hora empieza la sesión y trata de estar en el estudio unos diez minutos antes. Normalmente, las clases de Yoga se inician con una toma de conciencia, un momento de reflexión en el que profes y alumnos tratamos de centrarnos, de situarnos en el momento presente, de desconectar de la vida cotidiana y enfocarnos en lo que vamos a hacer. Si durante estos momentos la puerta no para de abrirse, y se escuchan continuamente los golpes de las esterillas contra el suelo, los pasos de los rezagados que recorren la clase para coger bloques o cojines, etc., es inevitable distraerse y perder la concentración. Así que si de verdad un día no puedes evitarlo y debes llegar unos minutos tarde, recuerda entrar en la sala con la máxima discreción posible, evitando prácticamente ser percibido por los demás. 

2. Entrar en clase con zapatos.

Es recomendable quitarse los zapatos y los calcetines antes de entrar a clase. En primer lugar para mantener el espacio de práctica lo más limpio posible. Y también porque dejar 15 pares de zapatos y calcetines en una habitación pequeña y bastante caliente podría dar lugar a olores bastante ofensivos. 

3. No apagar el móvil, o incluso consultarlo durante la clase.

Yo he visto cosas que no creeríais: he visto gente mandando un whatsapp en paschimottanasana o postura de la pinza, he visto practicantes… ¡responder una llamada durante la clase!!!  Esto es una FALTA MUY GRAVE. Como decíamos, los que practicamos Yoga lo tomamos como un ejercicio de introspección. Para ello es necesario DESCONECTAR por unos momentos del mundo exterior, y el requisito número uno es DESCONECTAR EL MÓVIL.

4. No respetar una adecuada higiene personal y de tu esterilla.

En Yoga practicamos descalzos, muy cerca unos de otros… Es fundamental que observemos determinadasreglas básicas de higiene como no usar la ropa del día anterior, limpiar la esterilla con regularidad, etc., etc.

5. Usar perfumes fuertes o en gran cantidad antes de una clase.

No confundamos, sin embargo, la higiene con bañarnos en perfume antes de acudir a clase. Las aulas de Yoga son espacios cerrados, a veces no demasiado grandes. Un olor demasiado fuerte puede resultar muy desagradable.

6. Charlar continuamente con tu vecino de esterilla.

Recuerdo haber asistido a clases que parecían más bien terapias de grupo, donde alguien empezaba a contar su vida durante la práctica, otro le contestaba desde la otra punta y así sucesivamente. O bien haber coincidido al lado de alguien que se pasó la sesión contándome el día terrible que llevaba. Hay un tiempo y un lugar para cada cosa, y para revelar tu rollo es mejor que esperes a estar en el bar con los amigos o en la consulta de tu psicoterapeuta. El Yoga es un espacio de silencio, donde lo único que nos interesa escuchar es nuestra voz interior.

7. Observar, corregir, ayudar o intentar ajustar a otros alumnos. 

¡O reírse de sus errores!

Durante tu sesión de Yoga, concéntrate en tu práctica. No mires lo que están haciendo otros alumnos. No importa si tu vecino consigue o no poner la pierna detrás de la cabeza o atar Marichyasana DNo tienes que competir con nadie, ni sentirte frustrado por lo que otros hacen y tú todavía no. Tampoco debes intentar exhibirte o presumir; estos son comportamientos movidos por el ego. El Yoga es un viaje individual.
Por otra parte, evita la tentación de corregir a tu vecino/a de esterilla, o incluso intentar ajustarlo en la postura. Deja que el profesor haga su trabajo y aprovecha para observar tu propia asana.
Y por supuesto, evita reírte de los esfuerzos de otro, de sus caídas o errores. Ya sé que parece estar en la condición humana que el hecho de ver caer a un semejante nos parece divertidísimo, (basta recordar el éxito de los Vídeos de Primera y programas similares). Pero en Yoga cultivamos la compasión, y el respeto y estas actitudes de sorna son exactamente lo contrario.

8. No respetar el espacio de práctica de los demás alumnos.

Para muchos practicantes, su esterilla es un espacio casi sagrado, porque es en ella donde realizan un trabajo no solo físico sino, y sobre todo, espiritual. Por ello es importante que tratemos de no pisar las alfombrillas de otros al desplazarnos por la clase al inicio y fin de la sesión, porque ello puede ser interpretado como una falta de respeto.
Asimismo, a menos que se trate de Yoga en pareja, es mejor evitar el contacto físico con el resto de asistentes. Es decir, al practicar las asanas ten cuidado de no acabar con el pie en la boca del vecino en Padangustasana II, por ejemplo. Si estás demasiado cerca de otro estudiante para estirarte completamente, debes buscar una variante para la asana o realizarla solo hasta medio camino, pero nunca invadir el espacio de práctica de otro.

9. Abandonar la clase antes de que el profesor la dé por finalizada.

Después de Savasana, normalmente el profesor te pedirá que regreses a postura fácil para despedir la clase. Entonces se dedican unos instantes a la gratitud, a veces se recita una o varias veces la sílaba Om, o se realiza algún otro tipo de pequeño ritual que da por concluida la sesión. Es importante que esperes a que finalice completamente la clase antes de levantarte y marcharte. Si un día no tienes tiempo suficiente, mejor sal de clase antes de Savasana cuando todos se están preparando para la relajación, o bien considera practicar en casa ese día.

10. Intentar ligar con tu vecin@ de esterilla 🙂

Y va en serio, la gente no va a Yoga para ligar, así que no pierdas el tiempo intentándolo. Para eso esta Meetic 😉
😉
Fuente

1 comentario:

  1. Buen post! Estoy de acuerdo con todo. Yo también lo veo como un momento sagrado para mí. Pero yo he estado en clases donde las profesoras llegan tarde reiteradamente. Y en esos momentos pienso "no juzgues, no pasa nada" pero realmente me importa. También donde los alumnos se quejan continuamente por tener que aguantar "x número de respiraciones" yo aprendí en tus clases que si no me veo capaz o no me siento agusto con una postura, descanso y ya está, no molesto a nadie. Y lo de fijarse en los demás, el pan de cada día " tu tienes mucha flexibilidad, no te quejes" "has visto la de delante la ropa que llevaba....." desde tiempo práctico o intento el no juzgar y ahí sigo. Un saludo

    ResponderEliminar