Durante el embarazo,
muchas mujeres se preguntan si es seguro continuar ejercitándose o
incluso algunas se cuestionan si quizás deberían de intentar mantenerse activas
o realizar ejercicios que les ayuden a llevarlo mejor, evitando así ciertas
molestias y obteniendo beneficios para mamá y bebé.
El yoga es uno de
los ejercicios más adecuados para realizar durante el
embarazo. Por eso en esta ocasión te hablaremos de los beneficios,
contraindicaciones y precauciones de practicar yoga cuando estés embarazada.
Beneficios del yoga
durante el embarazo
Existen varios motivos
por los que el yoga es uno de los ejercicios que más se recomienda para las
embarazadas, y es que además de ser una actividad física de bajo impacto,
diversos estudios prueban que éste ofrece múltiples beneficios tanto para la madre como para
el bebé.
Un estudio afirma
que el yoga es el mejor ejercicio para el embarazo,
ya que es más efectivo que caminar o realizar ejercicios de clases
prenatales, y que puede ser realizado con seguridad en mujeres que padecen
depresión.
De hecho, está
comprobado que el yoga puede
ayudar a reducir síntomas depresivos durante el embarazo,
especialmente cuando se acompañan los ejercicios de posturas con meditación y
relajación profunda, lo que lo hace ideal para quienes padezcan
depresión o ansiedad.
Otro beneficio de
practicar yoga durante el embarazo, es que ayuda a reducir el estrés y
aumenta la función inmunológica, de acuerdo con un
estudio en el que mujeres embarazadas lo practicaron de la
semana 16 a la 36, asistiendo a clases de 70 minutos dos veces por semana.
Además, el yoga
no sólo ayuda durante el embarazo, sino que además te prepara para el parto, ya
que otro estudio comprobó que ayuda a
reducir el dolor durante el parto e incluso podría ayudar a reducir la
probabilidad de tener cesárea.
Otros beneficios
del yoga durante el embarazo son:
·
Disminuye el dolor de espalda al mejorar la
postura corporal.
·
Ayuda a dormir mejor, ya que es una actividad relajante que
reduce la sensación de fatiga y el estrés.
·
Formas una conexión aún más fuerte con tu bebé, al hacer que te
enfoques en tu respiración y de este modo te vuelves más consciente de tu
cuerpo.
Contraindicaciones
Aunque el yoga sea uno
de los mejores ejercicios para practicar durante el embarazo, como con
cualquier actividad física, hay ciertas cosas que debes evitar para
practicarlo de manera segura. Entre ellas se encuentran las siguientes:
·
Evitar los tipos de yoga que requieran mucho esfuerzo como ashtanga,
especialmente si nunca has practicado yoga. Lo mejor para el embarazo es el
hatha yoga o el yoga prenatal, que ofrece posturas seguras, adaptadas para el
embarazo.
·
Evitar clases de yoga que se practiquen con altas temperaturas,
como el Bikram yoga. En realidad, se debe evitar practicar cualquier tipo de
actividad física si hace mucho calor o no se cuenta con ventilación adecuada.
·
Al hacer yoga, se deben evitar hacer ciertas posturas que
compriman el vientre o que requieran mucho estiramiento de la zona abdominal,
así como posturas que requieran que estés acostada sobre tu espalda. Las
posturas invertidas tampoco son recomendables durante el embarazo.
·
Cada postura de yoga debe ser realizada con comodidad y sin forzar
el cuerpo. Si no puedes hablar o te cuesta respirar bien mientras practicas
una postura, te estás esforzando demasiado.
Hayas o no practicado
yoga antes de tu embarazo, lo ideal es que acudas a una clase de yoga
prenatal con un instructor certificado, ya que ellos están capacitados para
saber cuáles posturas son seguras de practicar durante el embarazo. Además,
durante la clase te enseñarán a respirar de manera correcta, lo que te ayudará
a relajarte y enfocarte mejor, así como para mejorar tu respiración, que te será
muy útil en el momento en que tengas las contracciones durante el parto.
Precauciones
Es importante
mencionar que antes de iniciar cualquier rutina de ejercicios o
actividad física durante el embarazo, debes tomar ciertas precauciones,
y siempre consultarlo y hablarlo con tu médico, para que te asegure
que no existe ningún riesgo para ti o para tu bebé.
De igual manera, debes
interrumpir el ejercicio si presentas alguno de los siguientes síntomas:
hemorragia vaginal, dificultas o esfuerzo para respirar antes de ejercitarte,
dolor de cabeza, mareos, debilidad muscular, dolor o hinchazón en las
pantorrillas, molestias en el pecho, dolor abdominal, contracciones, reducción
del movimiento fetal, visión borrosa o pérdida de líquido por la vagina.
Fuente
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