Para aquellos que nunca han practicado este tipo de ejercicios y no se habían planteado hacerlo, quizás cambiarás de opinión cuando leas esto.
Esta posición se basa en colocar las piernas hacia arriba apoyadas sobre una pared y parece que está consiguiendo una legión de seguidores en too el mundo. ¿El motivo? consigue maravillas para esos cuerpos tensos que necesitan rejuvenecerse.
No tienes que acudir a un gimnasio para obtener sus beneficios, solo necesitas una pared.
1 Mejora la digestión
Los movimientos en el abdomen ayudan a tasajear los intestinos, que agiliza la digestión y evita el estreñimiento. Tu apetito puede aumentar también debido a la mejora de la digestión
2 Mejora la circulación sanguínea
Debido a que es una postura invertida, el flujo de sangre tiende a concentrarse en la parte superior del cuerpo, trayendo consigo una mayor oxigenación. Tu sistema linfático recibe un buen riego. Ayuda a reducir la hinchazón en las extremidades inferiores y ayuda con problemas de presión sanguínea.
3 Ayuda a reducir el dolor
Trabajar los músculos de la pelvis ayuda a fortalecer los órganos reproductivos, alivia los problemas menstruales y los síntomas de la menopausia. El ejercicio de las articulaciones con esta postura también es beneficioso para aquellos que sufren de artritis o fibromialgia. Los calambres en las piernas (de día o de noche) pueden desaparecer si lo practicas habitualmente.
Debido a su efecto sobre la circulación, esta postura también ayuda con el alivio y la prevención del dolor de cabeza, especialmente los causados por la sangre que se mueve lentamente.
4 Reduce ansiedad y estrés
Relajar tu espalda con tus piernas elevadas ayuda a calmar tu mente. Combinado con una respiración pausada ayuda a tus nervios parasimpáticos. Te tumbas y dejas que tu mente fluya.
5 Estira caderas, piernas y espalda
Los músculos de las piernas y de la espalda tiene un buen estiramiento con esta postura. Igual ocurre con el cuello y las caderas. Con el tiempo, verás que tu cuerpo se hace más flexible y elástico, aliviando tensiones y dolores en esas zonas. Practicarlo habitualmente también puede ayudar a aliviar e incluso curar el dolor de espalda crónico.
Cómo realizarlo
Procura que tu espalda quede alineada en línea recta. Para estirar un poco más, abre tus piernas en forma de “V” estrecha.
Cuando practiques esta postura, empieza poco a poco, con 5 o 10 minutos seguidos hasta que tu cuerpo se ajuste a la posición. Luego puedes subir hasta los 15 minutos.
Como precaución, evita realizar posturas forzadas si tienes dolores de espalda, hombro o similares, o si notas molestias o dolores durante la realización. Consulta con un médico o especialista si tienes dudas o problemas de salud previos. Gente con glaucoma o problemas cardiacos no deberían realizarlo porque incremente la presión alrededor del corazón.
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