- Haces nuevos amigos
- Aprendes palabras en un idioma nuevo
- Las agujetas te descubren músculos que no sabías ni que tenías
- Mejoras tu concentración mental
- Aumentas tu creatividad
- Tu mente se agiliza
- Tienes la piel hidratada y suave
- Descubres el poder de la respiración
- Aprendes a moverte de manera ágil y precisa
- Tus manos y tus pies adquieren una conciencia nueva
- Desde uttanasana ves tus rodillas y tus pies como nunca antes las habías mirado
- Tus brazos se tornan duros cual rocas
- Mejoras tu equilibrio físico… y emocional
- Aprendes el significado de namasté y omm
- Limpias tu cuerpo de toxinas innecesarias
- Eliminas adherencias musculares y orgánicas
- Creces varios milímetros
- El dolor ciático, lumbar, cervical… va desapareciendo
- Tu columna se yergue como una espiga
- Aprendes que el yoga no es ni un deporte ni una religión
- Por las mañanas te apetece estirarte y realizar unos ciclos del saludo al sol
- Tonificas y moldeas tu cuerpo entero
- Tu flexibilidad mejora
- Duermes mejor
- La digestión ya no es lo que era
- Tu paciencia se ha vuelto más firme
- Cuando esperas el autobús te colocas en tadasana
- Pasas meses con un mantra de fondo en tu cabeza
- Te das cuenta de que en la meditación no puedes dejar la mente en blanco: tus pensamientos no se detienen
- Mantenerse en quietud es todo un reto
- Amas u odias el “abrazo yóguico” (prometo conseguir que David escriba un artículo completo sobre él)
- Reduces la ansiedad y el estrés
- Estás mucho más fuerte
- Mejora tu memoria
- Experimentas instantes de paz interior
- Fortaleces el sistema inmune
- Tu propiocepción mejora considerablemente
- Te mantienes joven física y espiritualmente
- Descubres el sistema energético del ser humano
- Te apetece conocer más y empiezas a leer sobre el tema
- Te sientes mejor a todos los niveles
- Mejora tu postura
- Averiguas que el Hatha Yoga es sólo una pequeña parte del pastel
- Sueltas la tensión acumulada en tus músculos
- Aprendes a relajarte en cualquier situación
- Te planteas cambios positivos en tu vida
- Te apetece descalzarte más a menudo
- Ya no miras tanto el reloj
- Cuando percibes que estás a punto de perder los nervios te pones a respirar conscientemente
- El poder de la intención aparece en tu vida
- Te compras algún Yoga Journal
- Se agudizan tus sentidos
- Cambia tu actitud ante la vida
- Te ríes más
- Percibes que el cuerpo te habla
- Ubicas tu diafragma
- Te sorprende la tensión que acumulas en la mandíbula
- Te das cuenta de que la que dirige el cotarro es la mente y no el cuerpo
- Aprendes que, en una postura, tensión no es acción
- Incluyes la meditación diaria en tus propósitos de año nuevo
- Intentas practicar en casa
- Eliminas los rebotes en tus estiramientos
- Confías más en ti mismo/a
- Conoces a Iyengar, Paramahansa Yogananda o Sivananda
- Te sorprendes al descubrir que conoces mucha gente que practica yoga
- Aprendes que al “cojín” de meditación se le llama zafu
- Te das cuenta de que el yoga poco o nada tiene que ver con la idea que tenías
- Lees con ojo crítico la propuesta de yoga en una revista de moda o de deportes
- Tus estiramientos antes de salir a correr nunca más serán los mismos
- Descubres que yoga y religión son palabras con un vínculo semántico muy fuerte
- Tus tríceps han conocido un antes y un después tras chaturanga
- Caminas orgulloso/a por la calle con una esterilla de yoga colgada del hombro
- Descubres que el Yoga no tiene nada que ver con la flexibilidad, la elasticidad o el contorsionismo.
- Nunca sabes qué Virabadrasana es el I, el II o el III
- Buscas “beneficios del yoga” en google
- Te suscribes al blog de sidharta
Namasté
Fuente
http://www.sidhartayoga.com/wp/76-beneficios-de-practicar-yoga/
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